jueves, mayo 27

Cosita desprendida
de algún juguete
que una tarde
una niña
encontró debajo
de una mesa
y guardó
durante un tiempo
en una caja
que hoy
se dedica
a abrir cada tanto
para entender
que no es más
que un hilo extraño
feo y desprovisto
de magia
aunque
ante sus ojos
brille todavía.
Quisiera renunciar
al espejo
rechazar esa imagen
cargada de ausencia
que mira desde
otro mundo
con otros ojos
y cada vez que puede
se acerca
pregunta cosas
no puede hablar
pero protesta
se sale
es más que espejo,
instante cercano
impuesta exigencia.