miércoles, enero 15

Los objetos
no nos ven pasar ni graves
ni correctos ni precisos
como a fantasmas
temblando
en un raro desacierto
de palabras y sueños
de canciones e historias
de felicidades y remordimientos.
Los objetos simplemente son
amarillos, ásperos o viejos.
(Objeto es este libro, aquella cámara
o la carta que escribiste para mí.).


Adivinanza

Se pronuncia entera
sobre cada cosa.
No se detiene.
Podría ser matemática
o poesía.
No importa.
Y es capaz de envolverlo todo,
menos el sueño.




Luces del verano

Tranquilidad incierta
resplandeciendo grave
en las luces del verano
correteando a la hora
de la merienda
cuando nadie pone atención
y las horas parecen irse
con mayor fluidez
recordándonos
lo corta que es la vida
y a veces
tan brillante, tan dispersa,
tan perversamente colorida.

Morir

Alguna vez
habrá que arriesgarse
y morir
una tarde cualquiera
sobre una cama
con la mirada pulcra
la pena intacta
y los recuerdos
acechando cerca
sin perder detalle.