lunes, octubre 23

El cuerpo de mi abuela
era blandito
como una casa triste
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Sus pesadillas:
desprendimiento
de gritos suaves 
como algodones




martes, octubre 17

Desobediencia

La noche no
me espera
mejor sería decir
al revés
la noche me
rehuye
como esos
gatos que andan
entre bordes
habitando los límites
del sueño
me dispongo
a obedecer
con el impulso
cerrado
de quien gira
sobre sí
lo grave tenía que ver con
decir adiós 
despedirse 
no ya en un borde
sino cayendo.