Algunas mañanas
muy temprano
unas flores silenciosas
invaden tu piel.
Crecen por tu espalda
y se confunden contigo
formando
un bosque azul y gris plateado.
Después te despertás
en una luz muy especial y tranquila
mientras todo lo demás
se desvanece.
Algunas mañanas
muy temprano
unas flores silenciosas
invaden tu piel.
Crecen por tu espalda
y se confunden contigo
formando
un bosque azul y gris plateado.
Después te despertás
en una luz muy especial y tranquila
mientras todo lo demás
se desvanece.
Lo que apremia
mientras callamos
no es más que algo
volátil
pero hermoso
por eso cae
por eso es que yo
simplemente creo
que todas las cosas pequeñas
de este mundo
te pertenecen.
Anido en lo que supongo
porque en ese devenir se encuentra
lo no dicho.
Creo en las telarañas
que habitan tu cuerpo
y podría creer también en vos.
Podría.
Si tal vez no fueras
mi armamento.
No hay rastro de tu voz
por esta casa
solo hubo una canción
cuya letra
supimos cantar juntas
no hay rastro
de mis lágrimas
en aquel cuarto
solo hubo noches
apenas unas cuantas
noches
sostenidas en mi piel
que finalmente lograron
reunir el silencio.