miércoles, enero 15

Los objetos
no nos ven pasar ni graves
ni correctos ni precisos
como a fantasmas
temblando
en un raro desacierto
de palabras y sueños
de canciones e historias
de felicidades y remordimientos.
Los objetos simplemente son
amarillos, ásperos o viejos.
(Objeto es este libro, aquella cámara
o la carta que escribiste para mí.).


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