miércoles, febrero 9

Un lugar ajeno

Estoy buscando
quebrarme al fin
por lo angosto
de mis piernas.

Tengo el pecho rogando
pidiendo por favor
ser sabido o nacer.

Ser sabido desde cerca
o nacer
por vez primera.

No respondo del todo
a esto que me pasa.
Es como si volara alto
hacia un lugar ajeno.

Demora apenas
la voz del cuerpo
en la hermosa hondura
del mecerse lento
y al fin, calladamente
me quiebro.

Ocurre muy despacio
como si no existiera el tiempo
mientras vos
esperás atentamente
y sospechás triunfante
que en ese breve instante
yo te pertenezco.


No hay comentarios: