miércoles, mayo 18

La falta

Ya nada es
suficientemente grave 
para asustarme o doler.

Solo hay abismos 
y un horizonte
que tiende a gris.

Una luz ilumina mis restos
lanzo
   de a una
      preguntas
              al aire.

De pronto
recuerdo algo muy breve:
mi escudo ya no es el amor
sino la muerte.

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