inspirados en un atardecer que adolesce por
la violencia de su propio color
y sin querer, se expande
avergonzado
Se volvieron verdes las hojas de los libros tristes
la violencia de su propio color
y sin querer, se expande
avergonzado
Se volvieron verdes las hojas de los libros tristes
(yo no sé por qué no viniste a verme
ni con qué tenía que ver toda esa historia).
ni con qué tenía que ver toda esa historia).
Alguien me dijo que en la oscuridad el tiempo
escribe sus propios versos y le creí
después, dormí cansada
en un letargo de oscuridad y fantasía
después, dormí cansada
en un letargo de oscuridad y fantasía
donde el tiempo venía a escribir y regresaba.
El tiempo ha escrito sin permiso lo siguiente:
se volvió amarillo el sexo y también vos
en un octubre claro y luminoso.
Y los días han comenzado desde entonces
a escribirse.