miércoles, marzo 18

Pesadilla I

Aquello era humo. Los demás seguían hablando. Pero aquello no podía ser otra cosa que humo, y cada vez más gris. A nadie parecía importarle, o tal vez no lo habían visto, porque seguían discutiendo, de espaldas a aquella gran nube que crecía desde algún punto ubicado detrás de los edificios.
No recuerdo cómo hice para que se dieran cuenta. Pudo haber sido un dedo tembloroso señalando la ya negra superficie que se elevaba cada vez con más entusiasmo, un grito o alguna palabra de aviso, lo cierto es que de pronto corríamos lejos de una burbuja de ladrillos que estaba a punto de estallar, corríamos sin la menor esperanza de salir vivos, y en la carrera, sonidos que parecían gritos, pero en realidad eran verdaderas manifestaciones de terror, que se traducían en la certeza de no poder ya escapar, no poder ya suplicar, o rezar, o llorar de tristeza.

2 comentarios:

Fd. dijo...

Wa, un poco fuerte, mas no oscuro.

Destino incierto. María Mastromatteo dijo...

Esta muy bueno tu blog y a mi también me gusta escribir...además de tener el mismo apellido ja ja!enlazo tu blog al mio, si querés hacé lo mismo. saludos.
http://posicionandovalores.blogspot.com/